El pasado 28 de mayo ( El Universal) apuntaba sobre la polarización del ambiente social y político que iba ser una causa de que hubiera mucha concurrencia a las urnas, lo que no es normal en una elección intermedia, y con base en las encuestas planteaba las circunstancias en las que los diversos participantes en la competencia electoral serían ganadores o perdedores.

Analizaré las primeras reacciones del 6 de junio.

• La democracia, la gobernabilidad, el pluralismo político y las instituciones se fortalecen.
• Los ganadores y perdedores en las elecciones se distribuyen entre las dos alianzas que compitieron y el MC que prefirió ir sólo a la votación.
• Los actores políticos pretenden magnificar las victorias y minimizar las derrotas.
• El presidente sale con una perorata confusa sobre la mayoría relativa y absoluta, que son términos técnicos del derecho constitucional, para ocultar que su partido retrocedió, aunque mantuvo su influencia en alianza.
• La Alianza Va por México le resta importancia a su propósito como frente opositor que era quitarle al gobierno el poder de llevar a cabo un proyecto legislativo y presupuestal sin consensar.
• Morena califica de excesivas las descalificaciones en la Ciudad de México y las considera el origen de su descalabro.
• El PRD llama sacrificio por la alianza su fracaso electoral y su presencia cada vez menor en las preferencias de la ciudadanía.
• El MC se refugia en los éxitos regionales de dos figuras populares en Nuevo León y Jalisco.